martes, 5 de noviembre de 2013

Fabada asturiana.

En este blog no podía faltar un clásico de la gastronomía asturiana. Esta receta la "estudié" y "experimenté" bastante antes de publicarla ya que no podía ser de otra forma y debía tomármela muy en serio. Parece ser que hay dos grandes grupos diferenciados de defensores de la fabada. Los que defienden la fabada tradicional, el guiso de las abuelas, y recetas más vanguardistas y adaptadas a los tiempos actuales. Personalmente me quedo en la primera, con ciertos matices de la segunda corriente, ya que cosas como la adaptación de la grasa al plato más que nada por temas de salud son convenientes. En lo que todos los cocineros se ponen de acuerdo es: uso de materias primas de excelente calidad y cocción a fuego lento de la faba de granja asturiana.En este caso tuve la suerte de poder seleccionar la materia prima personalmente escogiendo las fabes que iba a cocinar de una en una. Un trabajo laborioso pero reconfortante, sobre todo a la hora de comer la fabada... INGREDIENTES 1/2 kg. de fabes de la granja 2 chorizos 1 morcilla 125 gr. de lacón salado. 125 gr. de tocino aceite de oliva 1 cucharadita de pimentón dulce. 1 cucharadita de sal 1 cuarto de cebolla picada fina. 2 litros de agua mineral PREPARACIÓN Todo el proceso empezó un sábado recolectando las fabes, pero vamos al lío. El día antes se ponen las fabes a remojo en litro y medio de agua mineral, el triple de agua que de fabes. En otra pota ponemos el tocino y el lacón en agua fría a que pierda la sal. Al día siguiente cuando la faba haya doblado su tamaño con el agua en la misma olla y con el agua de remojo, añadimos la carne desalada. los chorizos y la mrocilla los ponemos 7 minutos en agua hirviendo para desgrasar. Echamos un buen chorro de aceite de oliva ponemos a fuego alto. Antes de que hierva el agua retiramos la espuma blanca con espumadera y dejamos hervir 20 minutos. Quitamos del fuego. En una sartén caliente con aceite ponemos la cebolla picada, la pasamos un poco y añadimos el pimentón con la sartén fuera del fuego, cocinamos un minuto y arrojamos a las fabes. Ponemos la cucharada de sal , el azafrán en un punto de hervor para que se deshaga, bajamos el fuego al 1 y tenemos dos horas. Incorporamos agua cuando sea necesario y movemos la pota de vez en cuando. Guardamos en nevera. Quitamos la grasa solidificada y comemos al día siguiente. ¡Exquisita! Espero vuestros comentarios, fartucones.

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